Bocetando una fuente
Ciertas circunstancias personales sirven para que la gente que zambulla en las más diversas terapias buscando recobrar un fragmento de aquello que se siente en la piel en esos días en los que el sol brilla y corre el aire freco. En la Argentina la gente opta a menudo por el psicoanálisis y el Clonazepan (automedicado o no). En Holanda, los antidepresivos y las religiones orientales mal entendidas cumplen en ocasiones la misma función.
Siendo un argentino provinciano tengo prejuicios de larga data en contra del psicoanálisis. Y respecto de las drogas de prescripción, bueno, las considero más peligrosas que las otras, por cuanto son recetadas con sospechoso entusiasmo por nuestros médicos «de familia».
¿Y las religiones orientales que tan buen predicamento tienen entre muchos de mis colegas? Mmmmhhh… Creo que desde Auguste Comte deberíamos haber aprendido algo. (No digo que deberíamos pensar como entonces, pero sí creo que deberíamos pensar teniendo en cuenta los avances de nuestra sociedad occidental y no pasarlos por alto).
En fin, cuando no estoy de muy buen ánimo me interno frente a mi computadora y dibujo letras.
Ayer dediqué un tiempo considerable a reformular una de mis viejas tipografías «amateur». De las cenizas de «Lula» y los retazos de algunos alfabetos corporativos realizados sin demasiado tiempo, estoy bocetando algo nuevo, que aún no tiene nombre.
Comments
Las letras combinadas con los amigos pueden más que cualquier psiquiatra. Muy bonita tu nueva letra, hay algo en ella que me remite un poco a Fred Smeijers, me agrada porque parece que está esculpida y tiene un sabor rico.
No soy un experto y mi humilde opinión es que los puntos de la i se ven algo protagónicos. Probablemente en un cuerpo pequeño luzca mejor.
Saludos
¿Sabían que al final Comte terminó fundando su propia religión?
Se llamaba la Religión Positiva, de la que se proclamó papa.
¿Qué loco no?
Sorry, comments for this entry are closed at this time.